No puedo aguantar las ganas de escribir ayer en la noche después de mucho tiempo (si mal no recuerdo comencé en septiembre) terminé un bolero tejido a crochet para mi hija, lo tejí y destejí innumerables veces, me costó mucho ya que como había contado de crochet no sabía nada. La idea me surgió no sé de donde, el punto del delantero y las orillas lo saqué mirando un tejido a medio terminar de mi mamá, las flores de una revista.
Siento que ha sido como un parto laaargo, un parto de esos dificiles. A ratos quería tirarlo lejos y olvidarme del crochet y hacerlo a palillos, pero al igual que en un parto al terminar me inunda una gran alegría.
Por ahora sólo puedo poner un detalle del tejido escaneado ya que mi amorcito se llevó nuestra cámara de fotos a Antofagasta y San Pedro de Atacama.

Otro día pongo las fotos