lunes, 2 de junio de 2008

Hace un año atrás sentía que mi familia era especial, Dios nos protegía, mi mamá y papá había padecido cáncer y ambos habían sanado. Sin embargo un 2 de junio del 2007un doctor, con la poca humanidad que les va dando la experiencia y el dar día con día malas noticias, me hizo dar con la nariz en piso, al decirme que mi mamá tenia un glioblastoma, muy avanzado en el cerebro, en la zona del lenguaje, que no era operable y que mi mamá no volvería JAMAS a ser la mujer que yo conocí, que le quedaban de 6 meses a un año en el más optimista de los pronósticos.
Creo firmente que las cosas pasan por algo, que tenemos algo que aprender de cada suceso que nos pasa por doloroso que sea.
Yo a casi un año del hecho más doloroso que me a tocado vivir, puedo decir que aprendí que:
Podía hablar con miradas, gestos, caricias.
Quiero a mi hermana más de lo que pensaba.
Tengo muy buenos amigos, incondicionales.
NADA, ni trabajo ni responsabilidad alguna es más importante que los que queremos.
Me queda mi papito y debo disfrutarlo y cuidarlo.

Finalmente creo que aprendí que lo que no te mata, te hace más fuerte y yo hoy soy más fuerte que hace un año.
Te quiero mamita, gracias por tu entrega sin límite, gracias por ayudarme a ser la mujer que soy.